martes, 9 de abril de 2013

EL RETABLO DE LA IGLESIA...

 
Retablo de la Iglesia Parroquial
Es el único retablo que se conserva de Pedro Martínez de Castañeda. A juzgar por el tiempo tardado en su ejecución, desde 1574 a 1588, sin duda se le puede considerar el trabajo de mayor envergadura y por supuesto su mejor obra.
Consta de cuatro cuerpos: dórico, jónico, corintio y compuesto, un  ático triangular por remate. Los tres primeros tienen cada uno ocho columnas y el cuarto cuatro, y descansan sobre una predela en que están esculpidos los bajo-relieves que representan, la Anunciación de Nuestra Señora, Visitación de Nuestra Señora a su prima Isabel, Adoración de Pastores, la Circuncisión, Adoración de los Reyes y Presentación de Jesús en el Templo; ésta, a su vez se apoya en un banco de granito.
 


 

La lectura del retablo siempre la haremos de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba.

Entre las columnas del primer cuerpo, colocadas de dos en dos, están los bajo relieves que figuran: San Andrés, San Pedro , San Pablo y San Juan Bautista, todos sentados.

En los intercolumnios, que median entre cada par de columnas, las pinturas de la Oración de Jesús en el Huerto y Curación de la oreja de Malco.

Ocupa el centro de este cuerpo el buen tabernáculo compuesto de tres cuerpos, todos jónicos, uno ochavado, otro circular y el tercero remata con una hornacina sostenida por cuatro columnitas en cada lado, con varias figuras de bajo-relieve en el primero y segundo.

En la misma disposición que tiene el primer cuerpo del retablo, está el segundo de orden jónico y comprende entre las columnas las figuras de los Apóstoles: Santo Tomás, Santiago, el mayor, San Felipe y San Bartolomé.

En los intercolumnios, las pinturas de los Azotes de la Columna o Flagelación y de Jesús con la Cruz a Cuestas. 
 
Ocupando el sitio principal, como titular, San Juan Ante Portam Latianam, de escultura, con los sayones que atizan el fuego de la tina.

De medio relieve, es la Asunción que está encima del tercer cuerpo, de orden corintio con las estatuas entre los columnas de Santiago el Menor, San Simón, San Mateo y San Judas Tadeo.
En los intercolumnios, las pinturas del Entierro de Cristo y la Aparición de Cristo Resucitado a la Virgen María.
 
En medio del cuarto, hay un Calvario: Cristo Crucificado, La Virgen María y San Juan, de escultura. Se encuentran las figuras de San Juan Bautista, San Miguel, San Marcos, San Lucas Evangelista, San Rafael, Arcángel y San Juan Evangelista. Las pinturas circulares son: un Ecce-Homo y La Virgen de los Dolores.

En el ático con que termina, se descubren las estatuas del Rey David, Moisés y el Padre Eterno con algunos angelitos, rematando todo con tres figuras de las virtudes teologales: La Fé, La Caridad y La Esperanza.

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